La Almeja Amarilla es uno de los mariscos más populares y su nombre científico es Mesodesma Mactroides. Es una especie emblemática, es decir caracteriza a esta zona, ya que habita las playas arenosas del Litoral Atlántico desde Río de Janeiro Brasil hasta más allá del Balneario Monte Hermoso en la Provincia de Buenos Aires en Argentina.
La almeja se halla en las costas arenosas donde la vida se oculta bajo la superficie, a la espera de la próxima pleamar. Cambiante e inestable, la arena no proporciona un sustrato fácil para el desarrollo de la vida. No obstante, el medio ambiente de las costas arenosas es menos duro que el de las costas rocosas. Aunque la temperatura superficial de las playas varía con las mareas, bajo la arena se mantiene casi constante, al igual que la salinidad. Su ubicación preferida esta en la zona conocida como intermareal (lugar de playa ubicado entre crecientes altas y bajas) y desde allí hasta la primer rompiente donde la arena permanece constantemente húmeda. En primavera-verano este molusco habita la franja inferior de la playa, formando bancos que quedan al descubierto durante la bajamar. En otoño-invierno, los animales migran hacia el mar.[1]
La almeja se halla en las costas arenosas donde la vida se oculta bajo la superficie, a la espera de la próxima pleamar. Cambiante e inestable, la arena no proporciona un sustrato fácil para el desarrollo de la vida. No obstante, el medio ambiente de las costas arenosas es menos duro que el de las costas rocosas. Aunque la temperatura superficial de las playas varía con las mareas, bajo la arena se mantiene casi constante, al igual que la salinidad. Su ubicación preferida esta en la zona conocida como intermareal (lugar de playa ubicado entre crecientes altas y bajas) y desde allí hasta la primer rompiente donde la arena permanece constantemente húmeda. En primavera-verano este molusco habita la franja inferior de la playa, formando bancos que quedan al descubierto durante la bajamar. En otoño-invierno, los animales migran hacia el mar.[1]
Se trata de un molusco bivalvo (también llamado Pelecípodo) debido a que posee dos valvas (o caparazones) que protegen su cuerpo, la derecha y la izquierda, articuladas dorsalmente por una bisagra con un ligamento flexible. Las valvas se cierran por la acción de uno o dos músculos fijados a sus caras interiores y están formadas por una capa exterior quitinosa, una capa intermedia de calcita o aragonito, y una capa interior laminada que, en algunas especies, es de nácar. Posee dos lóbulos de tejido llamados el manto. Este es carnoso y esta formado por un doble pliegue que protege la masa visceral. También segrega la caparazón, formando una espaciosa cavidad en torno al cuerpo. También los prominentes anillos de crecimiento de la valva son útiles para determinar su edad. No existe una cabeza diferenciada, pero en un extremo de la cavidad del manto hay una boca, y detrás de ésta se encuentra un pie empleado para la locomoción. El pie es musculoso en forma de hacha y es utilizado para enterrarse, total o parcialmente en la arena.
[1] Sessa, Paolo (Ing. Agrónomo), 2003, “29/12 Día internacional de la bioversidad”, articulo del Departamento de Ecología y Medio ambiente, Municipalidad de La Costa, Mar del Tuyú, Pdo. De La Costa.
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